Sentí el abrazo de Rose y me sentí muy cómoda y segura.
Siempre tenía los ojos puestos en mi, como protección. Sabía que jugaba al papel de ser su hermana pequeña, pero muchas veces me la imaginaba como mi madre, me daba tanto cariño... Recuerdo las primeras noches de estar en la familia, nos tirábamos horas sentadas en mi habitación hablando de nuestras cosas, era una gran confidente. Se que aparentemente eramos casi iguales de edad, pero ella sin duda era mucho mas madura y mas mujer que yo. La veía como un ejemplo a seguir.
Miré a Jazz cuando preguntó por la nueva chica y luego a Alice.
-¿Hay una nueva chica?-pregunté curiosamente. Una chica humana más, pensé al principio, pero luego la idea de que Alice hubiera tenido una visión sobre ella es que esa chica no era tan normal como parecía.
Además, a Rose no había quien la quitara su trono de la mas guapa del instituto, podía aver muchas chicas guapas, pero sin duda ninguna como Rose.
-¿Y pasaba algo raro en esa visión Alice?-la pregunté.