Jugueteando un poco (libre)

Salí del castillo con el propósito de llevarle algún que otro humano a mis señores, nada más llegar a la plaza vi un grupo de turistas fotografiando con entusiasmo cada uno de los enigmáticos rincones de la plaza principal de Volterra. Sonreí y me senté en un banco cercano, observándoles con detenimiento y examinándoles, al fin y al cabo solo eran meros alimentos. El día estaba nublado, por lo tanto no debía preocuparme por mantener mi rostro oculto entre la fina capucha grisácea.

Sali del castillo, tenia sed y en ese momento divise a Heidy, Me acerque a ella.Y me sente a su lado

- Mas turista para almorzar- susurre

Sonreí al ver a Alec desde la lejanía, una vez se sentó a mi lado volví mi mirada de nuevo hacia los turistas.
-¿Deseas almorzar, querido Alec? -pregunté sabiendo la respuesta por el color de sus ojos-

- Pues claro Senorita haces los honores- señale hacia los turistas.Dije con una sonrisa en la boca

-Por supuesto.
Dicho ésto me levanté del banco y con un ligero y elegante trote me coloqué al lado de aquel grupo de turistas.
-Perdone, señores, les veo un poco perdidos por ésta hermosa ciudad y si no os importa me gustaría mostraros cada rincon de Volterra. -les dije batiendo las pestañas, los turistas se quedaron impresionados ante mi presencia y asintieron sin nisiquiera poder balbucear- Pues entonces, por favor, siganme... Espero que no os moleste que mi joven hermano se nos una a ésta pequeña visita guiada. -mentí sonriendo mientras me volteaba hacia Alec. Los turistas volvieron a asentir- Comenzemos, pues... Alec, querido, ¿gustas venir a mostrárles los callejones secundarios?

Mire como se quedaban los turistas, me asombre.

- Pues claro que si Hermana, seria un gusto acompañar a estos turistas- dije mientras me levantaba y me ponia al lado de Heidi

Eché a andar junto a Alec y los turistas a mis espaldas, eran tan inéptos que nisiquiera presagiaban la que se les venía encima. Una vez me aseguré de haberlos alejado bastante de la plaza y de la civilización le dirigí una mirada cómplice a Alec y en un rápido movimiento me coloqué detrás de uno de los turistas. Posé uno de mis gélidos dedos sobre su sabroso cuello.
-Una delicia, sin lugar a dudas... Permíteme. -susurré y me incliné sobre él para clavar mis colmillos y saborear su cálida sangre, el cuerpo inerte cayó de pleno al suelo- Mmm... ¿Quién será el siguiente...? -me pregunté a mí misma en voz alta y repetí el mismo proceso con otra turista paralizada al saber que correría la misma suerte que su compañero- Sírvete tu mismo, Alec.

- Vale Hermana- dije y me puse al lado de una chica jove. me puse a su espalda y le quite el pelo del cuello.

- Permiteme Señorita.- clave mis colmillos en su cuello, su sangre sabrosa. Deje el cuerpo sin ningun rastro de sangre. y fui a por uno que intentaba escapar. Me lanse contra el.

- Señor la escurcion no acabo todavia.- dije rinedome y chupe toda la sangre. dejandolo en el suelo.

Aplaudí ante el limpio placaje que Alec le hizo a aquel humano.
-Grandiosa retención. -le halagué con una sonrisa-
Observé como la única superviviente nos miraba horririzada, me acerqué a ella y le susurré a su oido:
-Ya sabes lo que te toca... Corre... Corre bien lejos... -susurré de manera siniestra para infundirle temor-
La humana, que seguía ahí parada echó a correr torpemente sin volver la mirada hacia atrás.
-Pobre ilusa... -murmuré con cierto tono divertido y en un vertiginoso movimiento le cerré el paso- Lo siento, ¿dije correr? Quería decir muere... -me incliné sobre ella e hize lo mismo que con sus compañeros- Estúpidos humanos...

- Gracias Senorita- dije viendo como la unica humana que quedaba coria y ella le paraba. Empeze a reirme.
- Son tan ilusos y tontos que no se dan cuenta de lo que le va a suseder.- dije apoyandome en una pared cercana, esperando a que ella terminara.

Una vez me deshize de su cuerpo sin vida me acerqué a Alec, mis ojos ya no tenían ése color oscuro, sino más bien un vivo escarlata que refulgía con fuerza en la oscuridad del callejón.
-¿Le ha gustado su cena? -pregunté divertida mientras me mordía el labio inferior, teñido de rojo a causa de la sangre humana-

- Me encanto presiosa Heidi- dije mientras mirava como se mordia el labio. Una gota de sangre recoria su barbilla, se la quite con el dedo y lo puese en mi boca.
- La cena fue esplendida-

Esbozé una media sonrisa al ver su acción.
-En tal caso ya sabes dónde encontrarme siempre y cuando tengas hambre, ¿o acaso prefieres cazar tú solo?. -pregunté coqueta-

- La soledad es muy mala para este vampiro, señorita- dije con una sonrisa picara.- Prefiero cazar con una bella vampira como usted.-

-A ésta bella vampira le gustaría dar un breve paseo por la ciudad con un apuesto vampiro antes de regresar al castillo para seguir con sus labores, ¿le gustaría acompañarme? Pues no veo ningun otro apuesto vampiro...

- A este apuesto vampiro le encantaria de dar un lindo paseo con esta bella y presiosa vampira- dije mientras me ponia mi capucha grisasea .

-Vayamos , pues. -sugerí esbozando las mejores de mis sonrisas y me coloqué la capucha para sumir mi rostro entre las sombras-
Eché a andar a paso tranquilo con Alec a mi lado, me agradaba su compañía.
-Querido Alec, es raro verle separado de su hermana, ¿anda en alguna misión encaudada por el señor Aro o algo similar? -pregunté curiosa, pues verdaderamente se me hacía extraño estar hablando con él sin intervención de su hermana Jane-

- Es asi mi lady le mando a una mision , dijo que tenia que ser sola,- dije mirandola, Ahora que lo pensaba casi nunca ablaba con ellas a sola.- El señor Aro me dio liberta estos dias por eso estaba fuera del castillo, tenia una escesiba sed.-

-De ser así espero que me permitas robarte algunos minutos de tu libertad. -dije divertida mientras, sin nisiquiera darnos cuenta, llegamos al parque municipal, algo en Alec captaba toda mi atención. Agradecí que el día no estuviera despejado por completo, aún así era mejor no arriesgarme a que un solo rayo de sol tocara mi fina piel- Debo recordar darle las gracias al señor Aro por no haberte mandado a la misión.

- Si quieres todas los horas que tengo de libertad seran tuyas- dije mirando a donde habiamos llegado.- De acuerdo te lo recordare,¿Que quieres hacer bella Dama?-

-No me importaría robarte todas esas horas... -respondí mientras algo en mi interior se revolucionaba... ¿Era mi inerte corazon? No podía ser, llevaba muerto siglos... ¿Entonces? No lo sabía, pero era algo que ni siquiera en mi vida humana había sentido y que me hacia sentir como una estúpida mortal.- Alec... ¿Puedo preguntarte algo?... -murmuré insegura de mí misma mientras me acercaba a un rosal y jugueteaba con los pétalos entre mis dedos-

- Y yo te dejaria que las robaras- dije sonriente. Pero que decia, este no ers el Alec normal, que hacia esa chica con mi cuerpo. No lo entendia,

- claro que si bella princesa- dije mientras arrancaba una rosa sin preocuparme de los pinchos.Se la entrege a ella
- Eres mas Hermosa que esta flor.-

Tomé encantada la rosa que Alec me entregó, sabia que de haber sido humana mis mejillas hubieran adquirido cierto color rojizo. Sonreí con timidez y me armé de valor para preguntar.
-Alec... ¿porqué te comportas así?... Jamás te he visto siendo tan caballeroso con ninguna chica de la guardia... -dije algo temerosa-

Me quede en shock durante una milesiima de segundo.

- Pues ni yo mismo, lo se querida Heidi, nunca he sentido una cosa como esta hacia nadie- dije mientra la miraba.

Me acerqué a él con la rosa aún entre mis manos e hize pequeños círculos sobre su pecho con el dedo índice.
-Lo cierto es que... Me gusta y me halaga que me trates así... Me siento bien a tu lado... -dije bajando la mirada-