Jugueteando un poco (libre)

Sonreí ante su cometario y dirigí la mirada hacia el castillo, en aquel momento el miedo me embargó, a pesar de las anteriores palabras de Alec no pude evitar pensar en lo que ocurriría. Con la mirada ausente fija en el hermoso castillo italiano, me paré en seco, sin decir palabra alguna.

La mire.
- No pasara nada, tranquilizate, seguro que aceptaran esta relación- dije proporcionando un poco mas de fuerz en las manos entrelazadas.

Corrí la mirada del castillo hacia los rojizos ojos de Alec, él no parecía temer lo más mínimo, todo lo contrario que yo, el miedo se reflejaba notablemente en mi mirada. Apretó un poco más fuerte mi mano para infundirme valor, esbozé una pequeña sonrisa sin mucho ánimo.
-Pareces muy seguro... -dije y suspiré- De acuerdo, en tal caso entremos, espero que hoy la guardia esté ocupada...

- Estoy seguro si usted permanece a mi lado- respondi y empeze a andar con la mano tdavia en ella.- No tengas miedo, no te van a comer- continue divertido

Sonreí algo más segura de mí misma.
-Mi miedo no es precisamente infundado por si me van a comer o no, sino más bien qué pensarán mis hermanos y tu familia sobre que estemos juntos. -dije y quedé pensativa mientras nos aproximábamos al castillo- ¿Sabes? Me da igual lo que piensen... No cambiará lo nuestro. -dije, ésta vez con una amplia sonrisa-

- Esa es la chica que amo- Ya estabamos en la puerta, y entramos, algunos se quedo mirando nuestras manos entrelazadas, pero a mi no me afectaban. Llegamos a la puerta del despacho de Padre.

- ¿Preparada?- dije quitandome la capucha y sonriendole.

Algunos curiosos observaron con interés nuestras manos unidas, no parecían comprender nada respecto a ésto, cosa que agradecí, ya habría tiempo de explicaciones más tarde. Nos paramos frente al despacho del Sr. Aro, una única puerta de madera nos separaba. Le dirigí un última mirada a Alec y asentí.
-Preparada. -dije y apreté con fuerza su mano, lo único que me daba valor para hacer ésta locura-

Llame a la puerta tres toques, con nudillos.

-¿Padre?.- pregunte haber si estaba.

Estaba en mi despacho cuando oi unos pasos acercarse y despues tres toques a la puerta seguidos de una voz que preguntaba por mi , era Alec, pero venia con alguien mas ,lo olia , era Heidy,una vulturi de la guardia que ultimamente estaba mucho con el, segun habia oido de los demas de la guardia .

-Si , adelante ,pasa Hijo .Heidy ,pasa .-Dije sin parar de hacer los papeles y todo lo que tenia .

Cuando entraron empareje los papeles y me posicione serio con las manos juntas apoyadas en la mesa .

-Que queriais decirme -Dije en tono serio mirandolos fijamente . Alec estaba tranquilo , pero a Heidy se le notaba nerviosa e inquieta y no paraba de mover los ojos por la habitacion.....ummmm que pasaba aqui??

- Padre he venido para pedir que pienses y aceptes nuestra decision-dije observandolo.- Heidi y yo estamos enamorados el uno del otro y queremos recibir tu aceptacion. ¿Padre que piensas?-

-ummmm bueno ..Heidy es una excelente guardia , y no a cometido ningun falllo desde que llego -dije serio y pensando -asi que .. vale , no hay problema .

Sujete nuevamente mas fuerte la mano de Heidi.

- Gracias Padre por Vuestra bondad, mi lealta sera siempre suya Padre- dije inclinandome un poco.

Sonreí ampliamente al oír sus palabras.
-Muchísimas gracias, señor Aro, no sabe cuánto le agradezco qe acepte ésta relación. -dije feliz mientras hacía una pequeña reverencia y abrazaba a Alec llena de júbilo- De veras espero no decepcionarle, señor.