Habitacionde Caius y Dydime

Senti la gran necesidad de dejar a mi hermano y a su esposa solos ya que se estaban poniendo demasiado cariñosos para lo que una hermana podria soportar. Me hacia falta estar por e castillo y ya extrañaba a la mayoria, no era tan sociable como Sulpicia, pero si sentia una gran afecto hacia la mayoria. M e dirigi hacia mi cuarto y olor de Caius aun no era muy fuerte, todavia no habia entrado. Me pregunte donde estaria mientra divisiba mi hermosa y grande ciudad por la ventana, esperando que mi esposo diera muestra de existencia.

Me acerqué a mi habitación lentamente, el día había estado muy liado.
Había terminado mi conversación con Aro y Marco, y no tenía ganas de conversar con nadie ene se momento, solo tenía ganas de irme a mi cuarto.
Al llegar a la puerta y el olor de Dydime estaba muy reciente ella estaría en la habitación llamé a la puerta educadamente esperando a que Dydime me contestara.

Estaba concentrada en mi ciudad, cuando unos pasos llmaron mi atencion, puse mas atencion y los poco segundo el olor de Caius se hizo mas fuerte, sonrei y espere a que golpeara. No se demoro mucho en golpear y yo sonrei mas, no habia podido disfrutar la estdia en Londres con el gracias a esos neofitos, asi que tenerlo a mi lado por un momento iba a ser grandioso. Me encamine y le abri la puerta.

-hola amor -le sonre y lo bese delicadamente.

-Hola querida-dije besandola yo tambien con delicadeza.
Entré en la habitación y cerré la puerta tras de mí.
-E tenido un día muy liado y no e podido estar mucho tiempo el dia de hoy junto a ti, lo siento mucho...-le dije en tono de disculpa.

-no te preocupes amor, me he entretenido con Sulpcia, mi hermano y Heidi -le sonrei y me acerque a abrazarlo.
-¿porque dice lo de tu dia, que ha pasado?
me sente en la cama y lo invite para que se hiciera a mi lado.